

En fin….. hubo una fiesta apoteósica, que no olvidaré en la puñetera vida, allá por la plaza de Castilla en el pabellón ferial no se qué historias….. pues bien después de tener durante casi un mes la entrada reservada debido a la afluencia masiva de gente, llega la noche de marras, guauuuu, desde los Carabancheles hasta el final de la Castellana, no podéis imaginar el atasco bestial que pillamos, más que las 2:00h de la mañana, parecían las 14 horas de un día laboral cualquiera en pleno centro de Madrid, mi padre jurando en arameo y nosotros hasta el gorro de coche, y más aún arreglaítos como íbamos… pues bien… llegamos por fin a la puerta del pabellón en cuestión y mi padre se despidió de nosotros con cara de mala hostia, normal…. La noche empezó mal con el atasco y demás… pero es que continuó peor, habíamos quedado en la puerta con unos amigos y eso había sido un atrevimiento desorbitado por nuestra parte, aquella entrada era como una avalancha de gente intentando entrar por 4 puertas de cristal a puntito de reventar…. Después de estar más de media hora esperando, por aquel entonces no había móviles, decidimos entrar y ver que pasaba…. Tras sortear catorce mil empujones, otros tantos pisotones y el aliento de algún que otro berzas que venía ya pedo de antemano, entramos…. aquello era acojonante, no cabía un alfiler, la música para sordos, un calor exagerado y nosotros con nuestra entradita en la mano buscando la barra para tomar algo al menos…. Decían barra libre, normal, un negocio redondo, si lograbas acceder a la barra y ser atendido después de estar intentándolo durante media hora, cogías tu copa, salías con ella sorteando todo tipo de obstáculos y encontrabas un rincón donde poder tomarla algo más tranquilo, pero claro, una y no más….. porque volver a por otra copita suponía el volver a introducirse en esa masa de chicha y mezcla de colonias y permanecer más de media hora esperando…..

Bueno, pues en resumen, lo que sacamos en claro fue que, la entrada nos costó un huevo, tuvimos que tragarnos un atasco descomunal, no encontramos a mis amigos en toda la noche y al final pudimos tomar solamente una copita y dando gracias. Desde esa no volví más a ninguna macrofiesta organizada de moda. Los años siguientes elegí fiestas menos masivas, en garitos pequeños o si iba a casa de mis primos en Móstoles, donde la empanadilla de Encarna, allí siempre había una fiesta en casa de algún amigo del Paco, a la cual estábamos invitados sin problemas, esas FIESTAS me gustaban mucho más… Pues ya está, contada la aventura, ahora ya, la macrofiesta es en mi casa o en la de algún familiar… y hace unos añitos, cuando había ya novia de por medio pues como que preferíamos la escapadita en algún hotelito, no muy caro, de la Gran Vía… mucho mejor ¿a que sí?....
Un abrazo y cuidado con los abusos…
Un abrazo y cuidado con los abusos…
4 comentarios:
Yo también piqué con una fiesta de esas. Un timo. Todo el mundo borracho y no había ni donde sentarse. Y yo pensando, con lo bien que estaría en la cama...
Pero hay que probarlo para que te sirva de mala experiencia. Espero que lo pases bien. Un beso.
No me gustan nada las macrofiestas!!!!!!!! Prefiero estar en casita
Felices fiestas!!
Un beso
Totalmente deacuerdo. Creo que pocas persona repiten al año siguiente.
Feliz Año Nuevo
Feliz año... =)
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