... envolviéndome en esa sensación que provoca un FINAL de TRAYECTO en cuyo recorrido has compartido un buen número de momentos para recordar... me gusta quedarme el último, cuando no queda nadie en los compartimentos, mirando por el ventanal del vagón, viendo a la gente bajar con sus equipajes tomando diferentes rumbos hacia sus lugares de partida, hacia el reencuentro con su ritmo de vida habitual... las estaciones de tren son siempre unos gigantescos "cruces de caminos", cuando ya todo está en calma, cuando sólo se oyen los ruidos electrónicos de los trenes varados en sus vias muertas, la concurrida estación se vuelve soledad y tristeza... cargo con mi maleta llena de recuerdos y bajo del vagón, un último vistazo hacia atrás me llena de melancolía...
Septiembre y su melancolía
aferrada a los recientes recuerdos de sol
será por eso que camino sólo
a orillas del mar
empapando mis pies y mi mente
excarvando entre las nadas
de los sentimientos más profundos
Septiembre y su melancolía
aferrada a mi como una segunda piel
será por eso que quiero hallar las voces
ese gentío sonriente
la búsqueda del disfrute del sol y la playa
olvidando sus pesares por unos días
aplazando las preocupaciones para después
Septiembre y su silencio
sentado frente a ese azul
testigo de la cruda batalla
el mar, inmenso, a golpe de olas se crece
como un histórico conquistador
la arena se ve doblegada
incapaz de resistir los embites del agua salada
Septiembre y su crepúsculo
mis pasos que fueron de arena,
ahora son devorados por el mar
ahora toca la espera lenta
el marchito recuerdo de aquellos días
y la ilusión que despierta por volver a caminar...
M@
Un abrazo.
