La soledad se había convertido en un sirimiri del amanecer
que siempre terminaba por calarme
aislándome de todo lo que pudiera hacerme sonreir
pero hoy no
hoy decidí que iba a ser diferente
amaneció nublado
con esa ligera llovizna que despega de la tierra
un olor a humedad que gusta
y sonreí a las nubes saliendo de casa descalzo
y caminé sobre la hierba mojada
y recordé….. te recordé….
caminando con nuestros pies desnudos por ese lugar
disfrutando de las sensaciones, de esa pequeña libertad
y otras tantas veces tumbados, calando nuestras espaldas
en la humedad de la hierba
abrazados, jugando, coqueteando, acariciándonos, soñando, amándonos
hubiera nubes, hiciera frío, hubiera lluvia…
para nosotros, al mirarnos, siempre había sol
calentándonos y templando nuestros momentos
encontrábamos la felicidad en cuanto nos teníamos el uno al otro
hoy
hoy he decidido cogerte de la mano aunque no estás
sorteando el nublado del día
con la cara empapada de esa fina lluvia que da vida, que huele a ti
y sonreí al sentir tu mano cogida a la mía
y caminé a tu paso mirando tu mirada
y te hablé … te besé…
La opacidad que me regala la lluvia…. cesó, las nubes se diluyeron, me tumbé al sol, a nuestro sol, en ese lugar, nuestro lugar…..
sonriendo al nuevo día… pegado a ti, a tu recuerdo.
Un abrazo. Mare@