martes, 31 de mayo de 2011

Dormida

de madrugada

Ahora que duermes
Cuando tus ojos descansan
Y tu boca yace relajada, sin palabras

Cuando tus manos reposan tranquilas
Y la almohada te acuna y te arrulla

Ahora que duermes
Cuando el silencio te susurra
Y la noche te custodia, te cuida

Cuando la piel te huele a crema
Y los sueños comienzan a fluir

Ahora que duermes
Cuando tu silueta se muestra en la luz tenue
Y se suavizan tus formas casi difuminadas

Cuando el viento se cuela por la ventana
Y te envuelve y te mima, y te canta una nana


Ahora que duermes
Es cuando me acerco a tu lado, te miro y te siento,
Y se ralentiza el tiempo,

Es cuando me acerco a tu mejilla
Y te susurro al oído, con mimo, un te quiero, despacio, con tiento,

….ahora ya.... pronto amanecerá……

Mare@

miércoles, 25 de mayo de 2011

Acurrucado


Mientras el tren avanzaba y los ojos caían cansados, escuché un “tú y yo” no muy lejos de mi asiento, que decía:


“me gusta mecerme, cobijarme y envolverme en tus palabras cuando mirándome a los ojos describes que me quieres”

Cada uno de nosotros debería tener una frase, unas palabras regaladas, dedicadas por otra persona, en las que poder acurrucarse y disfrutar cuando apetezca o haga falta…



Un abrazo. Mare@


lunes, 16 de mayo de 2011

Ciao Amigo

Ese día llovió desde el amanecer, en la cama algo me hacía estar inquieto, me desveló de madrugada…. el cielo era un continuo gris como si llorase desconsolado, me levanté temprano, me asome a la ventana calándome la cara y algo en mi interior me confesó que te habías ido, que te habían llevado…




Cuando fuimos los mejores
Cuando nadie era capaz de pararnos
Cuando un pub se hacía hogar
Cuando quedar allí era algo especial, un perfecto ritual

Cuando fuimos los mejores
Cuando el mar nos decoraba los veranos
Cuando la playa y su arena eran almohadas
Cuando las gafas de sol protegían nuestras intenciones

Cuando fuimos los mejores
Cuando la noche era vida
Cuando el día servía para descansar
Cuando echar unas risas y flirtear con las chicas era lo normal

Cuando fuimos los mejores
Cuando este mundo se dejaba comer
Cuando los pactos de amistad eran sagrados
Cuando las manos se unían con apretones que abrazaban


Ahora que te tocó marchar, joven, me aferro a tu vaso, ese que luce con una leyenda en amarillo: “EL PASOS” y brindo porque después de 20 años, aún seguimos y seguiremos siendo los mejores… a pesar de lo injusta que la vida resulta en determinadas ocasiones.

Ese día llovió desde el amanecer, el cielo era un continuo gris, lloré junto a ese cielo porque algo en mi interior me confesó que te habías ido… que te habías marchado… que ya te había tocado.

martes, 10 de mayo de 2011

Negras Sombras



En algún momento de la vida...
logramos
recortar distancias entre
lo que se es y
la alargada sombra
que podemos llegar a proyectar...




 
Un abrazo. Mare@

jueves, 5 de mayo de 2011

Incumplimiento de Contrato

Camino de regreso a casa, acabando el día, en la oscuridad de la noche, noche templada, estrellada, calles solitarias... en silencio, roto solo por el ritmo tranquilo de mis pasos... y repaso situaciones que se dan a mi alrededor cuando me siento a observar desde el viejo ventanal del tren...

"Es como tenerlo todo a unos centímetros de la mano, incluso puedes llegar a tocarlo con la punta de los dedos, ese gesto hasta el momento va anestesiando la cada vez mayor afluencia de impulsos e intenciones... se logra mirar, hablar, escuchar, imaginar, cautivar, enamorar, soñar, desear, ilusionar, apoyar, ayudar, sufrir, comunicar, demostrar... pero aún no es posible desatar el nudo que amarra las cinturas y mantiene abierto un espacio entre los dos... aún no es posible saborear, poder estar."

Camino de regreso a casa, la vida dicen que es para disfrutar, dicen que es algo que no debemos dejar pasar sin más... nadie está obligado a ser lo que no es, a mandar callar sus deseos y sentimientos, pero bien es cierto que nosotros mismos somos quienes nos ponemos trabas, nos creamos, contratamos voluntariamente un listado de obligaciones y tabúes que nos hacen pagar un alto precio, sacrificar nuestra felicidad... Siempre he admirado a los valientes que buscan cumplir sus deseos, incumplir esos contratos y ser felices mientras viven, a pesar de tener que dar giros duros y complicados en sus realidades... pues al final de todo eso, el llegar a sentir que has luchado por ser feliz y lo has conseguido, debe recompensar sobremanera...

Que especial resulta respirar profundamente con los ojos entornados, abrir la mirada y perderla en el cielo para poco después sentirte pleno y sonreir sin ningún pretexto.

Un abrazo. Mare@